martes, 14 de mayo de 2013

Si mi compañera Enfermera, Médico o Auxiliar fueran imprudentes ¿Qué puedo hacer?


Si veo que una compañera Enfermera se equivoca de forma reiterada y lo tolero  ¿Me pueden sancionar?



Siguiendo mi serie de Post sobre responsabilidad penal, quiero centrar este en un tema que genera no poca inquietud en los profesionales sanitarios como es los casos en los cuales una Enfermera detecta que algún compañero suyo integrante del Equipo Sanitario de forma usual no realiza de forma diligente sus tareas profesionales; esta reflexión la realizo porque a continuación surge la siguiente pregunta: 

  • ¿puedo responder yo jurídicamente por una actuación que realice un compañero enfermero, médico o auxiliar de enfermería?  
No voy a analizar aquellos supuestos en la que una Enfermera comete una imprudencia aislada que posee unos criterios legales que ya comenté en un post anterior.

Siempre me gusta iniciar mis reflexiones sobre algunos hipotéticos, o no tanto, supuestos:

1. Enfermero que no toma la TA, FC ni Tª a pacientes ingresados, además los sueros de forma reiterada no los controla, incluso en algún caso cuando le indicaban que la nutrición parenteral estaba obstruida, él indicaba que iba lenta. También que cuando le indicaban que un paciente tenía 38.5 º ó más, lo comprobada e indicaba que no que tenía 36.5º.

2. Que en el quirófano observo que el anestesista se ausenta de forma frecuente del mismo.

3. Observo que un médico anestesista utiliza la misma aguja que utiliza en la administración de fármacos al paciente para administrarse él mismo por padecer una adicción.

4. Observo que una Enfermera que comete frecuentes errores a la hora de administrar medicación, no controla diuresis, no realiza curas, ...

5. Que el personal sanitario del Quirófano de Urgencias se ausenta sin autorización para comer a un lugar próximo al hospital sin posibilidad de localización inmediata. 


Podría indicar muchos más casos, en  todos ellos hay un elemento en común SON PROFESIONALES QUE PONEN EN RIESGO LA SALUD Y LA INTEGRIDAD FÍSICA DE LOS PACIENTES además de forma NOTORIA Y CLARA.  Además en todos los supuestos el profesional que lo objetiva sabe realmente de esa puesta en riesgo del paciente, por lo tanto: si una Enfermera lo ve, lo observa, sabe del riesgo y no hace nada  ¿se le puede imputar algún tipo de responsabilidad?  Desde mi punto de vista sí, no voy a realizar un análisis ético, sino estrictamente jurídico; obviamente éticamente ese comportamiento vulnera de forma clara el Código Deontológico.


La responsabilidad penal es siempre personal y por acciones tipificadas como tal en el Código Penal, pero en este caso se analizará si puedo llegar a responder por un error de una Enfermera, Médico o Auxiliar Enfermería si era consciente que de forma reiterada ponían en riesgo la salud de los pacientes, es decir el error lo comete otro profesional. Antes de establecer unas conclusiones-recomendaciones es necesario explicar unos conceptos básicos:

a. Medicina en Equipo y división del trabajo. En todo centro se trabaja en equipo y hay una clara división del trabajo en función de la titulación, aunque obviamente hay interacciones, por lo tanto cada  uno se presupone que es un buen profesional, titulado y competente, y por lo tanto si comete un error será él responsable penalmente.

b. Principio de confianza en sentido vertical y horizontal. En relación con los conceptos anteriores el principio de confianza horizontal (enfermera-enfermera) y el principio de confianza vertical (enfermera-auxiliar de enfermería) supone que todo profesional es diligente y se produce una confianza mutua entre todos los miembros del equipo. Así es obvio que cada uno responde por sus propios actos; pero este principio que me "preserva" de los errores de otros se rompe cuando conozco a un profesional sanitario negligente, imprudente, etc y lo tolero. Entonces sí responderé por los actos de aquel profesional.


No quiero extenderme mucho más, mi objetivo en este post es que hay que ser conscientes y no tolerar supuestos como los que he enunciado al principio.



Conclusiones-Recomendaciones:

1. Todo error es necesario notificarlo.

2. Si detecto que un Médico, Enfermera, ... comete errores, no es diligente, ... y soy consciente que los pacientes o usuarios están en riesgo debo notificarlo.

3. Si no notifico asumo el riesgo y por lo tanto tomo una actitud claramente imprudente y sancionable desde el punto de vista penal.


Chema Antequera Vinagre.

@defensorenferme

La mejor defensa es la información.





¿Camina la Enfermería hacia un régimen monárquico? Revolución, Regeneración o Servidumbre




ES HORA QUE LA ENFERMERÍA COMIENCE A CONSTRUIR SU FUTURO EN LOS COLEGIOS DE ENFERMERÍA Y EN EL CONSEJO GENERAL DE ENFERMERÍA....

Una nueva Era es necesario iniciarla.... #AlternativaEnfermería

El Régimen Monárquico en la Enfermería... Reflexiones para construir un nuevo compromiso con los profesionales de Enfermería.


La Monarquía es una forma de gobierno de un Estado, en donde el gobierno recae en uno, de hecho es una palabra de origen griego (gobierno de uno sólo) y que se perpetúa en el poder; la Monarquía puede ser hereditaria o electiva (su sucesor es elegido por el propio monarca por cooptación entre miembros de un grupo selecto o ese sucesor es elegido por un consejo).

   El mundo de la Enfermería cada día se asemeja más al clásico  esquema teórico de un Régimen Monárquico cuyos vicios y debilidades se pueden prolongar en el tiempo por elección del Monarca o del consejo de nobles. Igual es hora que esta situación se cambie pero sin duda dependerá de nosotros: la Enfermería. 




    Si uno observa el mundo médico, seguro que también con sus vicios y debilidades, se ha producido una continua regeneración al menos en las personas que representan la Organización Médica Colegial y en muchos colegios de médicos; en los últimos años se han producido auténticas mareas de participación con candidaturas alternativas y con una amplia participación en los procesos electorales. 

 En el caso de la Enfermería ese proceso no se ha producido, y a nivel del Consejo General de Enfermería menos aún;  que una misma persona "acumule mandatos" en sí mismo es un mal síntoma y obviamente  no es beneficioso para ningún colectivo profesional; las instituciones en esta situación mantenida en el tiempo generan vicios evidentes, se confunde la institución con la persona (pareciendo incluso en ocasiones lo mismo), se generan dependencia y vínculaciones que favorecen muy poco la regeneración y la evolución adaptativa a los cambios sociales y profesionales.   Uno de los graves riesgos es que a la larga se produce un anquilasamiento, evidentes ateromas y en su consecuencia  una hipoxia y cianosis en toda la organización. 

Todo teórico moderno de las organizaciones pondría al Consejo General de Enfermería y a los Colegios de Enfermería (salvando algunas excepciones) como  el modelo para cambiar radicalmente. 

El hecho que   Máximo G. Jurado siga como Presidente del Consejo General de Enfermería y sin alternativa alguna  "visible" a corto plazo nos posiciona al todo el colectivo de Enfermería en la necesidad de reflexionar; desde el año 2008 todo es diferente, se ha producido un cambio de Era y el Consejo General de Enfermería como los Colegios Provinciales deben cambiar; el suelo que pisan y todo su entorno está cambiando, me temo que muchos ni sean conscientes y a corto plazo se verán arrollados por los cambios que ya se están gestando.  Se suele decir que la Historia juzga, y muchos serán juzgados sin duda.


Un nuevo modelo de representación de Enfermería es necesario; hay total ausencia de la discrepancia y de la divergencia; un mensaje tan unitario, repetitivo sobre las necesidades de la Enfermería aderezados con una "constante lealtad institucional" que  hace que sus interlocutores  relativizan esas reivindicaciones.  Nuevas enfermeras de la base deben ser los nuevos líderes colegiales para que la credibilidad del mensaje de Enfermería aumente en credibilidad ante los profesionales, ante los Ministerios, los Partidos Políticos y demás organizaciones políticas e institucionales. 

Que aún se siga justificando la colegiación obligatoria en Enfermería porque favorece la seguridad de los pacientes me parece sorprendente porque qué unidad colegial y personas visitan, inspecciones, evalúan, ... la atención sanitaria que  se presta en los centros sanitarios, y obviamente el Código Deontológico por sí solo no lo hace. 


La Enfermería se encuentra en una encrucijada, quizás la enésima, son muchos los retos próximos como por ejemplo la Ley de Servicios Profesionales que va a suponer una configuración radicalmente diferentes de los colegios profesionales; no debemos estar ausentes de toda la tramitación parlamentaria de dicha ley.  Es cierto, que los Colegios de Profesionales y los Enfermería también son percibidos por el conjunto de los profesionales sanitarios como estructuras que aportan escaso valor esencial a la profesión ( no me refiero a servicios al uso como formación, asesoría ...) sino que son los grandes ausentes de los debates esenciales del Sistema Nacional de Salud y  con escasa o nula beligerancia hacia las Consejerías de Sanidad respectivas.  


Desde mi modesta opinión La Enfermería requiere:

1. Una marea de regeneración democrática y participación  en los Colegios de Enfermería con la presencia de varias candidaturas en las respectivas elecciones.

2. Una toma de conciencia  de que el territorio colegial es vital y necesario por las prerrogativas legales que se le otorgan. Nuestra desidia en la participación colegial nos hace cómplice en la escasa visibilidad de la Enfermería. 

3. Un cambio radical y renovación de personas en el Consejo General de Enfermería; es importante iniciar una transición y buscar una alternativa adaptada a la sanidad del siglo XXI.

4. Una limitación en los mandatos de los Presidente de Colegios de Enfermería y del Consejo General.

5. Unos representantes colegiales que miren alrededor, miren a la Enfermería y se miren a sí mismos. Ojalá muchos se apunten al cambio.

6. No, una monarquía como modelo de gobierno sino un marco de transparencia, participación y empapado de democracia colaborativa. 

Ante este estado de cosas: revolución, regeneración o servidumbre... no me atrevo a dar una respuesta, cada Enfermera debe dar y darse la respuesta pues nos va mucho en ello. Comenta este post en cada servicios, unidad, centro, EUE, ...  la base de la Enfermería es potente pero la cúspide requiere que la edifiquemos juntos.


Yo sí veo algo de Luz al final del túnel.... si tras la lectura de este post te brotan algunas reflexiones escucha al mismo tiempo a ENYA






Chema Antequera Vinagre.
@defensorenferme

La mejor defensa es la información...